¿POR QUÉ ES IMPORTANTE REFLEXIONAR ESTE TEMA?
En un mundo marcado por la división y la indiferencia es importante revisar nuestra forma de vivir la
fe, no solo de manera personal, sino comunitaria. Todos necesitamos sentir que pertenecemos a algo
más grande que nosotros mismos. No fuimos creados para vivir aislados, sino para encontrarnos,
compartir y caminar juntos.
¿PARA QUÉ?
Cuando Dios nos ama, no lo hace solo para que lo sintamos en el corazón, sino para que ese amor
se note en cómo tratamos a los demás. La fe no se vive al margen de los demás. Hoy, donde muchos
viven solos porque desconfían o son indiferentes para los demás, Dios llama a unirnos para crear
vínculos de confianza y apoyo. Él quiere que nuestras comunidades sean espacios donde todos se
sientan amados, valorados y respetados.
¿CÓMO?
“En la práctica: perdonando, sirviendo, trabajando juntos por un bien común, orando unos por otros,
porque el Evangelio, es palabra de alegría, que nos llama a la acogida, a la comunión y a caminar,
como peregrinos, hacia el Reino de Dios” (Papa Francisco 26/1/2025).