«Dios mío, porque me has abandonado»

«Que cada uno, sintiendo el abandono de Jesús, se diga a sí mismo: por mí. Este abandono es el precio que pagó por mí. Se hizo solidario con cada uno de nosotros hasta el extremo, para estar con nosotros hasta las últimas consecuencias. No es el final, porque Jesús ha estado allí y está ahora contigo.» (Papa Francisco, 2 de abril ce 2023)

 

«El que se ama a sí mismo, se pierde»

«Acepta la invitación del Señor hoy y busca no ver sólo hacia adentro, que no es algo malo en sí, pero que puede causar que se te olvide lo que está fuera de ti. Dios nos creó como seres relacionales, para amar y ser amados en relación con Él y con los demás.»

 

«Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único»

«Si pudiéramos recibir todo el amor de los hombres en la tierra no se compararía al amor de Cristo que nos ama; aunque nosotros le fallemos y nos alejemos de Él, nunca se olvida de nosotros porque su amor lo ha llevado a sufrir hasta la muerte por nosotros»

 

«El celo de tu casa me devora»

«Como muchos de los evangelios del tiempo de Cuaresma, éste nos prepara para el misterio pascual en el que nos sumergimos para experimentar lo que Cristo sintió en su pasión, muerte y resurrección. Él no dejó que el enojo lo detuviera en su misión de amar hasta el límite, no le tuvo miedo a la muerte porque confiaba totalmente en Dios quien lo resucitaría de entre los muertos, de hecho, esta confianza es retadora “destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré”.»

 

«Conviértanse y crean en el Evangelio»

«La Palabra divina es la respuesta de Jesús a las tentaciones del diablo. Por ello, preguntémonos: ¿qué lugar tiene en mi vida la Palabra de Dios? ¿Recurro a la Palabra de Dios en mis luchas espirituales?» Papa Francisco 23 de febrero de 2023

«Si quieres, puedes limpiarme.»

«¿Quién puede permanecer justo ante  la presencia de Dios? Todos cargamos con nuestras propias imperfecciones, algunas más evidentes que otras. ¿Quién osará sostener la mirada de nuestro Señor? Aquel que confía en su infinita misericordia y purifica sus heridas en la redentora Sangre del Cordero.»

 

«Curó a muchos enfermos»

«Jesús vino a luchar contra la enfermedad, vino a sanarnos de todo mal.  Tiene un corazón gigante que le mueve  a sanar y llevar su gracia a todas las  personas que encuentra. Nosotros, como cristianos,  estamos llamados a seguir su ejemplo;  debemos ser una comunidad que busca  la sanación de un mundo enfermo.»

 

«Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres»

«Jesús se acerca, fija su mirada en  aquellos cuatro pescadores y los llama a  dar una orientación nueva a sus vidas.   SIN SU INTERVENCIÓN, NO NACE NUNCA UN VERDADERO CRISTIANO.  Los creyentes hemos de vivir con más fe  la presencia viva de Cristo en cada uno  de nosotros. Si no es Él, ¿quién puede  dar una nueva orientación a nuestras vidas?»

 

«Hemos encontrado al Mesías.»

«Una vez que conocemos a Jesús, es natural llevar a otros  a Él. Si nuestra experiencia dice que no hay nada mejor   que conocerlo y vivir con Él, no vamos a dejar que los  demás se lo pierdan. Esto es lo que hizo que Andrés  llevará con Jesús al primero que se encontró ese día, que  fue su hermano Simón. Señor, ¡hazme un apóstol  incansable de tu misericordia!».

 

«Postrándose, lo adoraron»

«Buscar y adorar como estilo de vida, es una buena  enseñanza. Buscar al Dios que se ha querido manifestar,  que nos ha buscado primero, que ha salido a nuestro  encuentro. Adorar, como consecuencia que nace del  darnos cuenta que no ha habido nadie  que haya tenido por nosotros –es decir, por ti–  un acto más grande de amor.»

 

«Y a ti, una espada te atravesará el alma»

«Leo el Evangelio y descubro que, como el Niño, toda la familia iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia del Dios estaba con ellos. Que esta fiesta sea luz para mi familia, para que, incluso en la situación más difícil, podamos descubrir el lenguaje de la misericordia de Dios.»

 

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo»

«Él, que se hizo carne, no quiere sólo buenos propósitos. Él, que nació en el pesebre, busca una fe concreta, hecha de adoración y de caridad, no de palabrería y exterioridad. Él, que se pone al desnudo en el pesebre y se pondrá al desnudo en la cruz, nos pide verdad, que vayamos a la verdad desnuda de las cosas, que depositemos a los pies del pesebre las excusas, las justificaciones y las hipocresías. Él, que fue envuelto con ternura en pañales por María, quiere que nos revistamos de amor. Dios no quiere apariencia, sino cosas concretas. No dejemos pasar esta Navidad, hermanos y hermanas, sin hacer algo de bueno» (Papá Francisco 24 de diciembre de 2022)

 

«Testigo de la luz.»

«Jesucristo, Tú eres poderoso, tienes el poder de cambiar mi corazón de piedra en un corazón que ame. Ayúdame para que esta oración me ayude a cumplir con mi propósito de amarte más y mejor al ser humilde para tener un auténtico arrepentimiento para que esta experiencia de conversión me lleve a compartir con los demás la buena noticia de saber que Tú nos amas, iniciando en mi propia familia».

 

«Preparen el camino del Señor»

«Dios quiere que seamos esa “voz en el desierto”. Hay personas a nuestro alrededor que necesitan escuchar esa “voz” que clama, que anuncia la venida de Jesús. Seguramente algún familiar o amigo tiene necesidad de escuchar esta noticia y Dios nos pide que seamos sus instrumentos».

 

«Velen y estén preparados»

«Hoy, Jesús, con este Evangelio, nos invita a “velar y estar preparados”, a preparar nuestro corazón para su venida. Pero ¿cómo?. A través de su vida, Jesús nos enseñó el camino: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”; y es que cuando hacemos algo por nuestros hermanos, por amor a Jesús, realmente se lo hacemos a Él: “a mí me lo hicisteis”. Éste es el camino que tenemos que recorrer para recibirlo bien. ¿Tendremos la valentía para hacerlo?».

 

«‘Vengan, benditos de mi Padre»

«Las obras de misericordia, relatadas en el Evangelio, son acciones concretas en nuestra vida que nos ayudan a acercarnos a Dios y a los demás para encontrar un amor que nos llene completamente. Muchas veces no son fáciles y en nuestra agenda hay tantas otras cosas qué hacer que disfrutaríamos muchísimo, fiestas, etc. La gente que sufre y no tiene a nadie o muy pocas personas que se interesan en ellos son una llamada de atención para ver en qué estamos invirtiendo nuestra vida y qué legado queremos dejar».

 

«Siervo bueno y fiel»

«No lo olvidemos nunca. No son nuestros talentos, nuestros méritos los que están en el centro, sino el amor incondicional y gratuito de Dios, que no hemos merecido. En el origen de nuestro ser cristianos no están las doctrinas y las obras, sino el asombro de descubrirnos amados, antes de cualquier respuesta que nosotros podamos dar. Mientras el mundo quiere frecuentemente convencernos de que sólo valemos si producimos resultados, el Evangelio nos recuerda la verdad de la vida: somos amados. Y este es nuestro valor, somos amados». (Homilía de S.S. Francisco, 15 de mayo de 2022).

 

«¡Ya viene el esposo!»

«Nuestra vida es una espera, una espera del momento en que nos encontraremos cara a cara con Dios. Este mundo no es nuestra morada porque el cielo es nuestro destino, justamente lo que hoy Jesús nos quiere enseñar. Parece como si Jesús nos estuviese diciendo: “¡Amigo, espera en mí! Todo pasa y solamente Yo quedo”.».

 

«El que se humilla será enaltecido»

«¿Qué es la vida? Es una peregrinación como respuesta al llamado de Dios Padre a ser luz del mundo, sal de la tierra; pasar por este mundo haciendo el bien a todos, pues lo que hagamos a uno de los más pequeños, se la hacemos a Él»

 

«Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»

«Cada uno de nosotros, por el Bautismo, está  llamado a ser presencia viva en la sociedad, animándola  con el Evangelio y con la savia vital del Espíritu Santo. Se  trata de esforzarse con humildad y con valor, dando la  propia contribución a la edificación de la civilización del  amor, en la que reinan la justicia y la fraternidad». (18 de octubre de 2020)

 

«Vengan a la boda. »

«“No nos olvidemos de esta palabra, todos. ¡Todos!  Vayan a los cruces de los caminos y traigan a todos:  ciegos, sordos, cojos, enfermos, justos, pecadores,  ¡a todos, a todos! Esta palabra del Señor debe  resonar en la mente y en el corazón, todos, en la  Iglesia hay lugar para todos. Muchas veces nosotros  nos convertimos en una Iglesia de puertas abiertas,  pero para despedir y para condenar a la gente. Ayer  uno de ustedes me decía: “Para la Iglesia este no es  el tiempo de las despedidas, es el tiempo de la  acogida”. “Pero no vinieron al banquete” — Vayan al  cruce de los caminos y traigan a todos, a todos — “Pero son pecadores” — ¡Traigan a todos!”». (29 de junio de 2022)

 

«La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. »

«Sólo Jesús, con su gracia, puede cambiar mi corazón. Sólo Él tiene el poder de despertar en mí la “revolución de la ternura”. Sólo Él puede darme la humildad y el amor para servir gratuitamente a mis hermanos. Dios me llama hoy a ser más y mejor persona.».

 

«Ya voy Señor»

«¿Salgo de mí para ir cada día hacia el Señor? ¿Tengo sentimientos y gestos de piedad con los necesitados? ¿Tomo las decisiones importantes en la presencia de Dios? Dejémonos provocar al menos por uno de estos tres estímulos. Estaremos más en sintonía con el deseo de Jesús en el Evangelio: no perder nada de cuanto el Padre le ha dado [mandado]. En medio de tantas voces del mundo que nos hacen perder el sentido de la existencia, sintonicémonos con la voluntad de Jesús.» (Papa Francisco 5 de noviembre de 2019)

 

«Los últimos serán los primeros»

«¡No tengas miedo, abre las puertas a Cristo de par en  par! Deja que Él reine en tu corazón. Ponlo a Él en  primer lugar. Que todo gire en torno a Cristo: tu familia, tus amigos, tus estudios, tu trabajo. Y verás  que el Reino de los cielos se hace presente ya desde  ahora en tu vida».

 

«Setenta veces siete»

«La generosidad de Jesús nos enseña que para entrar en el cielo debemos perdonar. Es más, nos dice: ´¿Vas a Misa?´ – ´Sí´ – ´Pero cuando vas a Misa acuérdate de tu hermano que tiene algo contra ti, y reconcíliate primero; no vengas a mí con el amor hacia mí en una mano y el odio para con tu hermano en la otra´. Coherencia del amor. Perdonar. Perdonar de corazón». Papa Francisco, 17 de marzo de 2020.

 

«Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos»

«Cristo no puede negar una promesa suya porque Él es la Verdad misma. Él es Padre y sabe cuándo dar a su hijo lo que necesita o pide. Sobre estas palabras de Jesús debo fundar mi seguridad cuando rezo junto a otros, cuando participo en misa, cuando invoco al Espíritu Santo en reuniones o juntas ».

 

«De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida»

«Ponerse en las manos de Dios suele ser difícil, pues como que se siente que se perderá el control de la propia vida.  Sin embargo, no hay mejor paso en una situación de crisis que el del colocarse en manos del Señor. No se tratará de una resignación, sino de un acto de confianza.».

 

«Tú eres el Mesías, el Hijo
de Dios vivo»

«Pedro, por tanto, nos dice que a la pregunta ¿quién es Jesús para mí?, no basta responder con una fórmula doctrinal impecable, ni siquiera con una idea que nos hayamos construido de una vez por todas. No. Es siguiendo al Señor como aprendemos a conocerlo cada día; es haciéndonos sus discípulos y acogiendo su Palabra la manera en que nos convertimos en sus amigos y experimentamos su amor transformador». (Homilía de S.S. Francisco, 29 de junio de 2023).

 

«Mujer, ¡qué grande es tu fe!»

«Es en la necesidad de los demás que nos damos cuenta de quiénes somos realmente, hermanos y hermanas en Cristo. El hecho de reconocernos hijos de un mismo Padre celeste es fundamental para no hacernos imágenes de nosotros mismos equivocadas, sino saber que estamos hechos para los demás y Dios nos ayudará en lo que necesitemos. Pidámosle a Dios que nos aumente la humildad cada día y que nos conceda la gracia de tener una fe inquebrantable.».

 

«¡Sálvame, Señor!»

«La fe crece y aumenta en el ejercicio de la misma. Así vemos que Pedro recibió la fe como don y por ello le pidió a Jesús que lo llamara hacia Él. Señor, enséñanos a tener una fe fuerte y operante para que seamos capaces de realizar maravillas en tu nombre, y que cada día nos conduzca hacia Ti a pesar de que todo parezca gris y oscuro».

 

«Éste es mi Hijo muy amado»

«Necesitamos, pues, otra mirada, una luz que ilumine en profundidad el misterio de la vida y nos ayude a ir más allá de nuestros propios esquemas y de los criterios de este mundo. También nosotros estamos llamados a subir a la montaña, a contemplar la belleza del Resucitado que enciende destellos de luz en cada fragmento de nuestra vida y nos ayuda a interpretar la historia a partir de la victoria pascual». (Ángelus, S.S. Francisco, 28 de febrero de 2021).

 

«Allí será el llanto y la desesperación»

«Tú eres el Reino que prometes a los que te siguen con confianza y decisión, eres la heredad de los que se entregan a tu servicio. Tú habitas dentro de mí. Debo sumergirme en mi interior y allí, puedo encontrarte. Dame la gracia, Jesús, de que seas Tú el tesoro y la perla de mi vida. Permíteme encontrarte dentro de mí, porque sé que allí habitas. Ayúdame a desprenderme de todo lo que me impide llegar hasta Ti y jamás permitas que te venda, te intercambie por cosas, relaciones o placeres de poco valor. »

«Los justos brillarán como el sol»

«Ayúdame, Señor, a vivir mi vida con equilibrio. A aceptar en mí la cizaña, buscando siempre que no crezca más, con paciencia, con esfuerzo, con correspondencia a tu gracia. Pero también, a potenciar las cosas buenas, a fomentar las virtudes, a fortalecer los hábitos, a afianzar las cualidades y ponerlas al servicio de los demás. »

«El que tenga oídos, que oiga»

«Bien sabes, Señor, el tipo de tierra que  soy. Tal vez soy terreno pedregoso, o llena de espinos, o un simple camino,  pero no dejes de lanzar en mí tu semilla  porque, incluso en esos campos, puede  que algún día crezca lo que sembraste. Si soy tierra buena, ayúdame a no descuidarla y  mantenerla siempre disponible para acoger tu Palabra para producir frutos abundantes, que sea tierra rica en virtudes,  en actitudes y sentimientos santos que acoja  tu semilla y la haga crecer y fructificar según tus designios. »

«Mi yugo es suave y mi carga ligera»

«Tu corazón es para mí el punto de conexión de tu humanidad con la mía. Es el lugar de mayor intimidad entre Tú y yo. Es el fruto surgido del amor más grande que me hayas podido demostrar: el de mi Dios hecho carne por mí. El palpitar de tu corazón es lo que bombea tu sangre vital a toda la Iglesia, y a mí, parte de tu cuerpo místico. En Ti aprendo el valor del sacrificio, el sentido del dolor, el verdadero amor, el cariño por los seres queridos, el auténtico perdón, la más pura caridad, la más profunda humildad, el más sincero respeto, el más alto temor divino, la más correcta autoestima, el mejor espíritu de donación. » 

«El que salve su vida la perderá y el que la pierda por mí, la salvará»

«Ayúdame, Señor, a ver mi cruz no sólo como algo que me molesta o me hace sufrir, sino como el medio para seguirte, para unirme a Ti. Pero, sobre todo, ayúdame a cargar con mi cruz, pero siguiéndote. No permitas que cargue con mi cruz errando el camino, no siguiendo tus pasos, porque contigo la cruz es más ligera, más soportable, incluso más querida. Pero cuando cargo la cruz sin ir detrás de Ti, entonces, ¡qué triste es la vida y qué pesado el caminar cuando se carga con una cruz vagando por el camino, sin seguirte!.» 

«No teman a los hombres.»

«No tengan miedo. No tengan miedo de equivocarse. No me canso de repetir que prefiero una Iglesia lastimada porque sale a las periferias existenciales del mundo, que una Iglesia enferma porque se queda encerrada en sus pequeñas seguridades. El Señor golpea la puerta para entrar en nosotros, pero cuantas veces golpea la puerta de dentro para que lo dejemos salir.» (Mensaje S.S. Francisco, 5 de agosto de 2022)

«La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos.»

«El anuncio nace del encuentro con el Señor; toda actividad cristiana, sobre todo la misión, empieza ahí. No se aprende en una academia: ¡no! Empieza por el encuentro con el Señor. Testimoniarlo, de hecho, significa irradiarlo; pero, si no recibimos su luz, estaremos apagados; si no lo frecuentamos, llevaremos nosotros mismos a los demás en vez de a él —me llevo a mí y no a Él—, y todo será en vano. Por tanto, puede llevar el Evangelio de Jesús solo la persona que está con Él. Alguien que no está con Él no puede llevar el Evangelio. Llevará ideas, pero no el Evangelio. Igualmente, sin embargo, no hay estar sin ir. De hecho, seguir a Cristo no es un hecho intimista: sin anuncio, sin servicio, sin misión la relación con Jesús no crece.» (Homilía de S.S. Francisco, 13 de febrero de 2023)

«Sígueme

«Y los cristianos están llamados a hacer como Cristo, mirando como Él especialmente a los llamados alejados. De hecho, el pasaje de la llamada de Mateo se concluye con Jesús que dice: ́No he venido a llamar a justos, sino a pecadores ́. Y si cada uno de nosotros se siente justo, Jesús está lejos, Él se acerca a nuestros límites y a nuestras miserias, para sanarnos(Homilía de S.S. Francisco, 11 de enero de 2023)

«Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único»

«Hoy viene también el hijo de Dios a salvarnos del peor de los peligros: nosotros mismos. No solo por sentirnos jueces de nuestros hermanos, sino también por buscar nuestras propias tinieblas y alejarnos de la luz que es Cristo. Señor Jesús, dame la gracia de acercarme a Ti, para que mis obras brillen con tu luz y me ilumine tu resplandor, de modo que seas Tú la luz de mi vida y pueda iluminar a las personas.» 

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