«No teman a los hombres.»

«No tengan miedo. No tengan miedo de equivocarse. No me canso de repetir que prefiero una Iglesia lastimada porque sale a las periferias existenciales del mundo, que una Iglesia enferma porque se queda encerrada en sus pequeñas seguridades. El Señor golpea la puerta para entrar en nosotros, pero cuantas veces golpea la puerta de dentro para que lo dejemos salir.» (Mensaje S.S. Francisco, 5 de agosto de 2022)

«La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos.»

«El anuncio nace del encuentro con el Señor; toda actividad cristiana, sobre todo la misión, empieza ahí. No se aprende en una academia: ¡no! Empieza por el encuentro con el Señor. Testimoniarlo, de hecho, significa irradiarlo; pero, si no recibimos su luz, estaremos apagados; si no lo frecuentamos, llevaremos nosotros mismos a los demás en vez de a él —me llevo a mí y no a Él—, y todo será en vano. Por tanto, puede llevar el Evangelio de Jesús solo la persona que está con Él. Alguien que no está con Él no puede llevar el Evangelio. Llevará ideas, pero no el Evangelio. Igualmente, sin embargo, no hay estar sin ir. De hecho, seguir a Cristo no es un hecho intimista: sin anuncio, sin servicio, sin misión la relación con Jesús no crece.» (Homilía de S.S. Francisco, 13 de febrero de 2023)

«Sígueme

«Y los cristianos están llamados a hacer como Cristo, mirando como Él especialmente a los llamados alejados. De hecho, el pasaje de la llamada de Mateo se concluye con Jesús que dice: ́No he venido a llamar a justos, sino a pecadores ́. Y si cada uno de nosotros se siente justo, Jesús está lejos, Él se acerca a nuestros límites y a nuestras miserias, para sanarnos(Homilía de S.S. Francisco, 11 de enero de 2023)

«Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único»

«Hoy viene también el hijo de Dios a salvarnos del peor de los peligros: nosotros mismos. No solo por sentirnos jueces de nuestros hermanos, sino también por buscar nuestras propias tinieblas y alejarnos de la luz que es Cristo. Señor Jesús, dame la gracia de acercarme a Ti, para que mis obras brillen con tu luz y me ilumine tu resplandor, de modo que seas Tú la luz de mi vida y pueda iluminar a las personas.»