«Y a ti, una espada te atravesará el alma»

«Leo el Evangelio y descubro que, como el Niño, toda la familia iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia del Dios estaba con ellos. Que esta fiesta sea luz para mi familia, para que, incluso en la situación más difícil, podamos descubrir el lenguaje de la misericordia de Dios.»

 

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo»

«Él, que se hizo carne, no quiere sólo buenos propósitos. Él, que nació en el pesebre, busca una fe concreta, hecha de adoración y de caridad, no de palabrería y exterioridad. Él, que se pone al desnudo en el pesebre y se pondrá al desnudo en la cruz, nos pide verdad, que vayamos a la verdad desnuda de las cosas, que depositemos a los pies del pesebre las excusas, las justificaciones y las hipocresías. Él, que fue envuelto con ternura en pañales por María, quiere que nos revistamos de amor. Dios no quiere apariencia, sino cosas concretas. No dejemos pasar esta Navidad, hermanos y hermanas, sin hacer algo de bueno» (Papá Francisco 24 de diciembre de 2022)

 

«Testigo de la luz.»

«Jesucristo, Tú eres poderoso, tienes el poder de cambiar mi corazón de piedra en un corazón que ame. Ayúdame para que esta oración me ayude a cumplir con mi propósito de amarte más y mejor al ser humilde para tener un auténtico arrepentimiento para que esta experiencia de conversión me lleve a compartir con los demás la buena noticia de saber que Tú nos amas, iniciando en mi propia familia».

 

«Preparen el camino del Señor»

«Dios quiere que seamos esa “voz en el desierto”. Hay personas a nuestro alrededor que necesitan escuchar esa “voz” que clama, que anuncia la venida de Jesús. Seguramente algún familiar o amigo tiene necesidad de escuchar esta noticia y Dios nos pide que seamos sus instrumentos».

 

«Velen y estén preparados»

«Hoy, Jesús, con este Evangelio, nos invita a “velar y estar preparados”, a preparar nuestro corazón para su venida. Pero ¿cómo?. A través de su vida, Jesús nos enseñó el camino: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”; y es que cuando hacemos algo por nuestros hermanos, por amor a Jesús, realmente se lo hacemos a Él: “a mí me lo hicisteis”. Éste es el camino que tenemos que recorrer para recibirlo bien. ¿Tendremos la valentía para hacerlo?».