«Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»
«Cada uno de nosotros, por el Bautismo, está llamado a ser presencia viva en la sociedad, animándola con el Evangelio y con la savia vital del Espíritu Santo. Se trata de esforzarse con humildad y con valor, dando la propia contribución a la edificación de la civilización del amor, en la que reinan la justicia y la fraternidad». (18 de octubre de 2020)
«Vengan a la boda. »
«“No nos olvidemos de esta palabra, todos. ¡Todos! Vayan a los cruces de los caminos y traigan a todos: ciegos, sordos, cojos, enfermos, justos, pecadores, ¡a todos, a todos! Esta palabra del Señor debe resonar en la mente y en el corazón, todos, en la Iglesia hay lugar para todos. Muchas veces nosotros nos convertimos en una Iglesia de puertas abiertas, pero para despedir y para condenar a la gente. Ayer uno de ustedes me decía: “Para la Iglesia este no es el tiempo de las despedidas, es el tiempo de la acogida”. “Pero no vinieron al banquete” — Vayan al cruce de los caminos y traigan a todos, a todos — “Pero son pecadores” — ¡Traigan a todos!”». (29 de junio de 2022)
«La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. »
«Sólo Jesús, con su gracia, puede cambiar mi corazón. Sólo Él tiene el poder de despertar en mí la “revolución de la ternura”. Sólo Él puede darme la humildad y el amor para servir gratuitamente a mis hermanos. Dios me llama hoy a ser más y mejor persona.».
«Ya voy Señor»
«¿Salgo de mí para ir cada día hacia el Señor? ¿Tengo sentimientos y gestos de piedad con los necesitados? ¿Tomo las decisiones importantes en la presencia de Dios? Dejémonos provocar al menos por uno de estos tres estímulos. Estaremos más en sintonía con el deseo de Jesús en el Evangelio: no perder nada de cuanto el Padre le ha dado [mandado]. En medio de tantas voces del mundo que nos hacen perder el sentido de la existencia, sintonicémonos con la voluntad de Jesús.» (Papa Francisco 5 de noviembre de 2019)