“¡Ánimo! Levántate, porque él te llama”.

«Más fuerte que cualquier argumento en contra, en el corazón de un hombre hay una voz que invoca. Todos tenemos esta voz dentro. Una voz que brota espontáneamente, sin que nadie la mande, una voz que se interroga sobre el sentido de nuestro camino aquí abajo, especialmente cuando nos encontramos en la oscuridad: ¡Jesús, ten compasión de mí!. Hermosa oración»

“El que quiera ser el primero, sea el servidor de todos”.

«Servir significa  cuidar la fragilidad,  en nuestra familia,  en nuestra  comunidad y en  nuestra sociedad»

“Ven y sígueme”.

«El abandonarse en Dios es sencillo, pero no es fácil. La cima es muy alta y no se sabe dónde se caerá. La libertad escoge quedarse y no lanzarse hacia el amor. Este abandono en Ti no lo puedo hacer sin Ti; es imposible para mí. Llévame de la mano, Señor.»

“Recibir el reino de Dios como un niño.

«Señor, acoge a todos tus hijos que no hemos sabido cómo amar realmente y que muchas veces queremos juzgar, en el amor, a aquellos que más amor necesitan.»