Octubre 2022 “Jesús hijo de David, ten compasión de mí”
«El Señor, en primer lugar, se acuerda de nosotros. Él no nos olvida, no nos pierde de vista a pesar de los obstáculos que pueden alejarnos de Él. Obstáculos que no faltaron en el caso de Zaqueo: su baja estatura, física y moral, pero también su vergüenza, por la que intentaba ver a Jesús escondido entre las ramas del árbol, probablemente con la esperanza de no ser visto. Y luego las crítica externas: en la ciudad por aquel encuentro “todos murmuraban” … Límites, pecados, vergüenza, chismes y prejuicios: ningún obstáculo hace que Jesús olvide lo esencial, el hombre al que amar y salvar.»
(Homilía de S.S. Francisco, 21 de septiembre de 2019)
«Se necesita humildad para encontrar a Dios, para dejarnos encontrar por Él.[…] El Señor pide una mente abierta y un corazón sencillo. Y cuando una persona tiene una mente abierta, un corazón sencillo, tiene la capacidad de sorprenderse, de asombrarse. El Señor siempre nos sorprende, ésta es la belleza del encuentro con Jesús. Que la Virgen, modelo de humildad y disponibilidad, nos muestre el camino para acoger a Jesús” (Homilía de S.S. Francisco, 30 de enero de 2022).»
«Uno de los medios para crecer en santidad es la oración que nos ayuda a tener una relación con Cristo, y , por esto, es algo que se recomienda hacer por lo menos una vez al día, ya que Dios quiere estar presente en nuestras vidas, y la oración es el mejor canal para tenerlo presente en nuestro día a día.»
«Dios nos pide que actuemos de acuerdo a lo que creemos, que tengamos nuestro credo en lo más alto, para que así nuestra vida pueda ser un árbol frondoso donde las aves del cielo puedan venir a refugiarse, un lugar que refleja lo que Dios es, un Padre que nos ama y nos acoge, ¡siempre!»
«Existe una hermosa tradición mística en la Iglesia de Oriente. Se conoce como la oración del Nombre de Jesús. Consiste en repetir de modo frecuente a lo largo de la jornada las palabras: ‘Jesús, hijo de David, ten compasión de mí.’ Grandes hombres de oración han dedicado una vida entera a contemplar estas sencillas palabras. Y es que en ellas se encuentran las dos actitudes que un corazón saludable tiene al acercarse a Jesús, es decir, la confianza y la gratitud. La comunidad comparte espontáneamente su reflexión»
«No necesariamente tienen que ser “lázaros” con necesidades materiales, también hay “lázaros” con necesidades espirituales, “lázaros” que necesitan de una palabra de apoyo, un consejo, la compañía de un amigo. Dios nos ha puesto estas personas
alrededor para que las podamos ayudar. Nosotros somos los instrumentos de Dios que saciarán las necesidades de estas personas.»
«Si somos capaces de transformar las riquezas en instrumentos de fraternidad y solidaridad, nos acogerá en el Paraíso no solamente Dios, sino también aquellos con los que hemos compartido, administrándolo bien lo que el Señor ha puesto en nuestras manos» (Homilía de S.S. Francisco, 22 de septiembre de 2019).
«Dios es Padre, que no solo acoge de nuevo, sino que se alegra y hace fiesta por su hijo, que ha vuelto a casa después de haber derrochado todos sus bienes. Nosotros somos ese hijo, y conmueve pensar en cuánto nos ama y espera siempre el Padre.» (Homilía de S.S. Francisco, 27 de marzo de 2022).
«Amar significa esto: servir y dar la vida. Servir significa no anteponer los propios intereses, desintoxicarse de los venenos de la avidez y la competición, combatir el cáncer de la indiferencia y la carcoma de la autorreferencialidad, compartir los carismas y los dones que Dios nos ha dado.» (Homilía de S.S. Francisco, Ángelus,15de mayo de 2022).
«Dios nos pide que hagamos el bien a los demás, sobre todo a los más allegados y necesitados, como María que, siendo madre de Dios, se hizo esclava y fue a ayudar a su prima Isabel. Es indispensable que imitemos su actitud, que se pone al servicio de los demás, toma el último lugar y sabe atender al necesitado. Es por eso por lo que María es la que nos ayudará a esforzarnos por tener un corazón humilde y sencillo como el de ella.»
«Se necesita el esfuerzo de cada día, de todo el día, para amar a Dios y al prójimo. El Señor nos reconocerá sólo por una vida humilde, una vida buena, una vida de fe que se traduce en obras. Estamos llamados a establecer una verdadera comunión con Jesús, orando, yendo a la iglesia, acercándonos a los Sacramentos y nutriéndonos con su Palabra. Esto nos mantiene en la fe, alimenta nuestra esperanza, reaviva la caridad.» (Cf Homilía de S.S. Francisco, 25 de agosto de 2019).
«En este sentido el fuego de Cristo es su deseo de que los hombres se den cuenta de cómo es el amor de Dios. La tarea de anunciar a Cristo se resume fácilmente en esto: hacer que la gente conozca a Dios que desde un principio los amó hasta el extremo.»
«Cuando Jesús dice: ‘Dichosos los siervos que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguró que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, los servirá’. ¡Vemos de cerca tantas veces lo grande e infinito que es el amor de Dios por nosotros! Si somos fieles y vigilantes, Él también nos concede, entonces, ver los frutos de nuestro trabajo». (Homilía de S.S. Francisco, 18 de noviembre de 2019).
«Buscar al Señor, guardar su Palabra, tratar de responderle con la propia vida, crecer en las virtudes, eso hace fuertes los corazones de los jóvenes. Para eso hay que mantener la conexión con Jesús, estar en línea con Él, ya que no crecerás en la felicidad y en la santidad sólo con tus fuerzas y tu mente. Así como te preocupa no perder la conexión a Internet, cuida que esté activa tu conexión con el Señor, y eso significa no cortar el diálogo, escucharlo, contarle tus cosas, y cuando no sepas con claridad qué tendrías que hacer, preguntarle: “Jesús, ¿qué harías tú en mi lugar?”» (S.S. Francisco, exhortación apostólica Cristo Vive, n. 158).
«Cuando Jesús nos enseña el Padre Nuestro nos hace entrar en la paternidad de Dios y nos muestra el camino para entrar en un diálogo orante y directo con Él, a través del camino de la confianza filial. Es un diálogo entre el papá y su hijo, del hijo con su papá.» (Homilía de S.S. Francisco, 28 de julio de 2019).
«En esta escena de María de Betania a los pies de Jesús, san Lucas muestra la actitud orante del creyente, que sabe cómo permanecer en la presencia del Maestro para escucharlo y estar en sintonía con Él. Se trata de hacer una parada durante el día, de recogerse en silencio, unos minutos, para dejar espacio al Señor que “pasa” y encontrar el valor de quedarse un poco “a solas” con Él, para volver luego, con serenidad y eficacia, a las cosas cotidianas. (Discurso de S.S. Francisco, 21 de julio de 2019).
«“Tomar consigo”, “tomar sobre sí” significa hacerse cargo de la historia del otro, darse tiempo para conocerlo sin etiquetarlo —cuidado con el pecado de etiquetar a la gente—, cargarlo sobre los hombros cuando está cansado o herido, como hace el buen samaritano. Esto se llama fraternidad, y es la segunda palabra que quiero decirles. La primera es paciencia y la segunda, fraternidad (Ángelus de S.S. Francisco, 27 de enero de 2019).
«Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana»
«El Señor nos pide que no respondamos según nuestros impulsos o como lo hacen los demás, sino como Él lo hace con nosotros. Nos pide que rompamos la cadena del “te quiero si tú me quieres; soy tu amigo si eres mi amigo; te ayudo si me ayudas”. No, compasión y misericordia para todos, porque Dios ve en cada uno a un hijo. No nos separa en buenos y malos, en amigos y enemigos. Somos nosotros los que lo hacemos, haciéndolo sufrir. Para Él todos somos hijos amados, que desea abrazar y perdonar.» (Homilía de S.S. Francisco, 10 de abril de 2022).
«Quien confiesa a Jesús sabe que no ha de dar sólo opiniones, sino la vida; sabe que no puede creer con tibieza, sino que está llamado a “arder” por amor; sabe que en la vida no puede conformarse con “vivir al día” o acomodarse en el bienestar, sino que tiene que correr el riesgo de ir mar adentro, renovando cada día el don de sí mismo. Quien confiesa a Jesús se comporta como Pedro y Pablo: lo sigue hasta el final; no hasta un cierto punto sino hasta el final, y lo sigue en su camino, no en nuestros caminos. Su camino es el camino de la vida nueva, de la alegría y de la resurrección, el camino que pasa también por la cruz y la persecución.»
«Dios mismo quiere estar presente en cada instante de nuestras vidas, apoyándonos, guiándonos, dándonos su consejo. Su infinito amor no puede ser expresado en pocas palabras, en unos pocos detalles o actos de amor; el amor de Dios tiene que fluir constante en todo momento, es una fuente que nunca se seca. De aquí que haya “aún muchas cosas por decir”, que en otras palabras significa que aún queda mucho amor para dar.»
«Abramos el corazón a Cristo para que nos done esa paz que solo Él puede dar. Cristo ha vencido a la muerte y con ella todo sufrimiento y dolor, a través de su pasión. Esta buena nueva nos llena de alegría, porque confiar en el Señor nos da la gracia de superar cualquier dificultad, gracias a Él.»
«La paz de saber que, incluso en medio de las mayores dificultades, la victoria ya ha sido ganada, ya somos hijos de Dios, y ya nos aguarda la vida eterna. Amor y paz. Sí, amor que nos viene de Dios y nos prepara para recibir la paz, que también viene de Él. Así pues, que no tiemble nuestro corazón; antes bien, que siga creyendo en el Amor y esperando en la paz del Señor».
«Han sido salvados por la misma sangre, son una única familia, por tanto, acójanse mutuamente, ámense unos a otros, cúrense las heridas recíprocamente. Sin sospechas, sin divisiones, sin habladurías, rumores o recelos. Hermanos y hermanas, hagan “sínodo”, es decir, “caminen juntos”. Porque Dios está presente donde reina el amor ». (Homilía de S.S. Francisco, 2 de abril de 2022).
«La resurrección de Jesucristo será siempre el vivo recuerdo del amor de Dios por nosotros, el recuerdo perenne de que Él venció a la muerte, destino que tendríamos si el pecado continuase encadenado a nosotros… con Cristo, nuestras
únicas cadenas son las del amor..»
«En estos días pascuales, reconozcamos y reencontrémonos con el Señor, con su misericordia. Digámosle que quizás no somos capaces de amarle como lo merece, pero queremos hacerlo con mayor intensidad para sanar nuestras debilidades y, con su gracia, a través de nuestro testimonio, muchos otros puedan tener la experiencia de conocer a Cristo.»
«Sólo si acogemos el amor de Dios podremos dar algo nuevo al mundo. Así, misericordiados, los discípulos se volvieron misericordiosos. (Homilía de S.S. Francisco, 11 de abril de 2021)
«El pecado envejece el corazón, siempre. Te hace un corazón duro, viejo, cansado. El pecado cansa el corazón y perdemos un poco la fe en Cristo Resucitado.» (Homilía de S.S. 15 de abril de 2018)
«Y, a lo largo del vía crucis cotidiano, nos encontramos con los rostros de tantos hermanos y hermanas en dificultad: no pasemos de largo, dejemos que nuestro corazón se mueva a compasión y acerquémonos. En este momento, como el Cirineo, podemos pensar: “¿Por qué justamente yo?”. Pero luego descubriremos el don que, sin merecerlo, se nos ha concedido.» (Homilía de S.S. 28 de marzo de 2021)
«Esta es la mayor certeza que podemos tener en esta vida, a todo pecador arrepentido la sentencia de Dios será el amor.»
«En el arte de ascender, la victoria no está en no caer, sino en no permanecer caído. No permanecer caído…» (Homilía de S.S. Francisco, 26 de enero de 2019).
«En esta Cuaresma descubramos el valor y el sentido de nuestra vida.Que el llamado a la conversión sea un llamado a dar fruto y
no solo a cambiar. »
«Estamos llamados a vivir el encuentro con Cristo para que, iluminados por su luz, podamos llevarla y hacerla brillar en todas partes.»
«Ante la fatiga, hasta la tentación más insignificante se nos presenta como una verdadera prueba. Dios la permite para que nos purifiquemos, pues cuando el desaliento y el cansancio nos invaden, tan solo las convicciones más profundas permanecen.»
«El Evangelio de hoy invita a que cada uno entre en la intimidad de su corazón y vea lo que hay en él, pues cuando se realizan juicios contra los demás, en realidad se está juzgando el propio comportamiento, el cual se pretende ocultar con aires de superioridad.»
«El Señor extiende su mano: es un gesto gratuito, no obligado. Así es como se hace. No estamos llamados a hacer el bien solo a los que nos aman. Corresponder es normal, pero Jesús pide ir más lejos: dar a los que no tienen con qué devolver, es decir, amar gratuitamente.» (Homilía de S.S. Francisco, 18 de noviembre de 2018).
«Los laicos están en primera línea de la vida de la Iglesia. Necesitamos su testimonio sobre la verdad del Evangelio y su ejemplo al expresar su fe con la práctica de la solidaridad» (Homilía de S.S. Francisco, mayo de 2018).
«Pedro es el hombre que acoge decidido la invitación de Jesús, que lo deja todo y lo sigue, para transformarse en nuevo pescador, cuya misión consiste en llevar a sus hermanos al Reino de Dios, donde la vida se hace plena y feliz.»(Homilía de S.S. Francisco, 7 de septiembre de 2017).
«Estamos en el Año de Gracia del Señor. Es la mismísima Trinidad actuando en la historia, iluminándola para hacer posible nuestra Salvación. A eso se refieren las Escrituras. Y es esto lo que nos dice el Señor que se ha cumplido.»
«el servicio más grande que podemos hacer al prójimo: con nuestra oración y nuestras obras llevarlos a Jesús.»
«Dios nos mira con misericordia y nos recuerda que Él tiene un plan diseñado a nuestra medida según su corazón. Somos hijos de Dios.Eso es precisamente lo que Cristo nos alcanzó al cargar nuestros pecados y clavarlos con Él en la cruz: la filiación divina.»
«Jesús, ayúdame a mirar como Tú miras y a grabar en mi corazón con letras de fuego mi identidad más verdadera y profunda: Soy TU hijo y me amas.»
«Ni aunque resucite un muerto.» «No necesariamente tienen que ser “lázaros” con necesidades materiales, también hay “lázaros” con necesidades espirituales, “lázaros” que necesitan de una palabra de apoyo, un consejo, la compañía de un amigo. Dios nos ha puesto estas personasalrededor para que las podamos
«El que se humilla, será engrandecido» «Dios nos pide que hagamos el bien a los demás, sobre todo a los más allegados y necesitados, como María que, siendo madre de Dios, se hizo esclava y fue a ayudar a su prima Isabel. Es indispensable que
«Hacerse rico de lo que vale ante Dios» «Buscar al Señor, guardar su Palabra, tratar de responderle con la propia vida, crecer en las virtudes, eso hace fuertes los corazones de los jóvenes. Para eso hay que mantener la conexión con Jesús, estar en línea
«Ve y anuncia el Reino de Dios» «El Señor nos pide que no respondamos según nuestros impulsos o como lo hacen los demás, sino como Él lo hace con nosotros. Nos pide que rompamos la cadena del “te quiero si tú me quieres; soy tu
«La paz les dejo, mi paz les doy» «La paz de saber que, incluso en medio de las mayores dificultades, la victoria ya ha sido ganada, ya somos hijos de Dios, y ya nos aguarda la vida eterna. Amor y paz. Sí, amor que nos
«Hemos visto al Señor» «Sólo si acogemos el amor de Dios podremos dar algo nuevo al mundo. Así, misericordiados, los discípulos se volvieron misericordiosos. (Homilía de S.S. Francisco, 11 de abril de 2021) Meditación-Evangelio 24 de abril de 2022 «La Resurrección de Cristo» «El pecado
«Padre, he pecado contra el cielo y contra ti» «En el arte de ascender, la victoria no está en no caer, sino en no permanecer caído. No permanecer caído…» (Homilía de S.S. Francisco, 26 de enero de 2019). Meditación-Evangelio 27 de marzo de 2022 «Árbol
«La boca habla de lo que está lleno el corazón» «El Evangelio de hoy invita a que cada uno entre en la intimidad de su corazón y vea lo que hay en él, pues cuando se realizan juicios contra los demás, en realidad se está
«El espíritu del Señor está sobre mí» «Estamos en el Año de Gracia del Señor. Es la mismísima Trinidad actuando en la historia, iluminándola para hacer posible nuestra Salvación. A eso se refieren las Escrituras. Y es esto lo que nos dice el Señor que