«Reciban al Espíritu Santo»

«Después de haber visto al Señor resucitado, pero que todavía tiene las heridas de su sufrimiento, los discípulos se dan cuenta de que no hay dolor que no se pueda “resucitar”. Cristo ha vencido a la muerte y con ella todo sufrimiento y dolor, a través de su pasión. Esta buena nueva nos llena de alegría, porque confiar en el Señor nos da la gracia de superar cualquier dificultad, gracias a Él. Cristo resucitado nos extiende la misión de Dios que consiste en comunicar su amor misericordioso a todos los hombres. Si le damos nuestro sí, Él podrá hacer grandes cosas con nosotros; con el don del Espíritu Santo lo podemos hacer todo especialmente mostrar a las personas el amor que no se acaba.» 

«Vayan  y enseñen a todas las naciones»

«El contacto con Cristo nos da una nueva condición de vida, nos hace ser apóstoles. Y todos los cristianos, por nuestro bautismo, somos apóstoles por vocación. Somos enviados, somos mandados, somos portadores de un mensaje y hemos recibido una misión que hay que cumplir en su nombre.» 

«Si me aman, guardarán mis mandamientos.»

«En este  mundo Dios vino a morir por mí y a  ofrecerme su resurrección por el amor. Además de todo lo anterior, no me dejas  desamparado y envías al Espíritu Santo, mi  defensor, mi ayuda y protector, por eso  hoy me invitas a confiar en Él. Quisiera detenerme a pensar  cómo he correspondido a tu amor;  reflexionar si he reconocido, aceptado y seguido las  inspiraciones del Espíritu Santo,  que habita en mí, que intercede  por mí, que mi ilumina y que me  recuerda tu Palabra.» 

«Quien me ve a mí, ha visto al Padre.»

«Jesús nos enseña de una manera bastante clara cómo llegar a nuestra patria celestial. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Caminemos por sus sendas de Verdad y, de esta manera, estando en la Verdad llegaremos a la Vida, donde Cristo nos estará esperando con los brazos abiertos para darnos un beso diciéndonos: ¨He visto en ti que eres mi hijo, ven toma tu ciudadanía y permanece para siempre junto a Mí¨.» 

«Yo soy el camino, la verdad y la vida»

«El discípulo del Camino”. Va detrás del Señor, que no es sedentario, sino que está siempre en camino: por el camino encuentra a las personas, cura a los enfermos, visita pueblos y ciudades. Así actuó el Señor, siempre en camino. De este modo, el “discípulo del Camino” —es decir, nosotros los cristianos— ve que su modo de pensar y de obrar cambia gradualmente, haciéndose cada vez más conforme al del Maestro.» (Homilía de S.S. Francisco, 10 de julio de 2022).

«Quédate con nosotros»

«Es la voz de Jesús que resuena en nuestro corazón, que quiere salir de nuevo, cada día, en cada momento, y encontrarnos. Es ese sonido que hace arder nuestro corazón, lo enciende, y nos abre los ojos ante la inmensidad de su amor. Nos revela la plenitud de reconocer su presencia, en cada una de las personas que nos pone en el camino. Es Él mismo quien nos visita a través de los demás.»

«Hemos visto al Señor»

«Nuestra vida es como una semilla que debe ser enterrada para que nazca y pueda dar fruto. Esto sucederá, aunque no sin tribulación, como lo indica san Pablo al hablar de los dolores de parto que sufre la creación. Pero Jesús nos espera con amor, nos prepara un lugar a la mesa en su Reino, del cual disfrutaremos al pasar a la otra vida.” (Homilía de S.S. Francisco, 24 de agosto de 2022).»

«Vio y creyó»

«¡Vive! Vive Jesús. Está en ti, está en mí. Nos llama, nos escucha, nos anhela, nos ama. Démosle espacio a Jesús para que habite en nosotros. Tengamos hoy rostros de Domingo de Resurrección que contagien la alegría de Jesús.»

«Verdaderamente éste era Hijo de Dios»

«Jesús mío, se inicia un tiempo especial para crecer en el amor, en todos los sentidos. Permite que sepa desprenderme de todo lo que me impida entregarme plenamente a los demás, especialmente a aquellos con los que voy a pasar esta Semana Santa. Quiero desgastarme, trabajar y luchar para que tu mensaje de amor alcance al mayor número posible de hombres y mujeres.»

«Yo soy la resurrección y la vida»

«Marta y María tuvieron una prueba y resultaron victoriosas. Esto sucedió gracias a tres actitudes que tenían en sus corazones. La primera era una actitud de aceptación de la voluntad de Dios; la segunda fue una actitud de fe, al reconocer que Jesucristo lo podía todo; y la tercera una actitud de humildad y confianza que les llevo a acercarse al Señor para solicitar su intercesión.»

«Yo soy la luz del mundo»

«Ante las dificultades de la vida siempre llega la pregunta: ¿por qué?.  Jesús nos quiere mostrar que no debemos buscar tanto un por qué sino más bien un “¿para qué?”. hay que buscar y encontrar un sentido y un aprendizaje de esos momentos, no evadirlos, justificarlos o culpar a otros. Encontrar ese ¿para qué? en quién es el camino, la verdad y la vida.  “Todo sucede para bien de los que aman a Dios”.»

«Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió»

«Nuestro corazón está sediento. Es la sed más grande que el hombre pueda tener. En ocasiones, desafortunadamente, buscamos apagarla con momentos de desenfreno y entrega a las pasiones. Pero una vez que han pasado, nos percatamos que todo sigue igual, o peor. La sed de nuestro corazón no puede ser satisfecha por lo material. Esta sed va más allá de la superficialidad y apela a lo más profundo e íntimo de nuestro corazón. El hombre tiene un hueco con la forma de Dios y sólo Él lo puede llenar. Nuestra sed infinita puede ser saciada sólo por su amor infinito.»

«Levántense y no teman»

«Me doy cuenta de mi debilidad. Es muy fácil decirte que “sí” en los momentos hermosos y luminosos. Pero apenas llega la dificultad, esa decisión se olvida. Por eso, Señor, te pido tu fuerza. Yo solo no puedo. Dame una fe grande que me ayude a vivir con esa fidelidad de María. Hasta que Tú quieras y como Tú lo quieras. Señor, pídeme lo que quieras, pero dame la fuerza para vivir aquello que me pides, como decía san Agustín»

«Adorarás al Señor, tu Dios, y a él
solo servirás»

«La tentación se combate luchando, es el ejemplo de Jesucristo que quiso someterse también a esta humillación de ser tentado para ser nuestro modelo y nuestra fortaleza

«Amen a sus enemigos»

«Es preciso cultivar la bondad de corazón para poder pensar y hablar siempre bien de los demás y así, cuando sea necesario, podremos perdonar, incluso a quienes nos han traicionado o atacado en alguna forma porque tendremos un corazón abierto a los demás.»

«Ustedes son la luz del mundo»

«Es importante pedir a Jesús la gracia para que haya coherencia en nuestro estilo de vida y nuestra fe, para ser auténticos testigo de su amor.»

«Ustedes son la sal de la tierra»

«El sabor de la sal cristiana nace de la certeza de la fe, de la esperanza y de la caridad que recibimos gratuitamente, no para conservarla sino para multiplicarla y trasmitirla, por amor a Dios a los demás.»

«Dichosos los que lloran, porque serán
consolados»

«Cristo, en la cruz, redimió el sufrimiento y le dio un sentido. Él no sufrió en vano, nos muestra que, cuando llevamos nuestro dolor a Dios, y lo aceptamos y lo vemos como un medio para encontrarlo y acercarnos a Él, para aprender y crecer personal y espiritualmente, todo adquiere un tono diferente, y aquello que una vez nos prometió frente a esta multitud, se verá cumplido aquí en la tierra según su voluntad.»

«Síganme y yo los haré pescadores de hombres»

«Es tiempo de que nuestros propósitos no sean solos pasajeros, sino que vengan del interior, que sean resultado de un encuentro íntimo con Jesús, de una verdadera conversión de corazón. Todos necesitamos la conversión, que sólo Dios nos la puede dar. Él deja en nuestras manos la decisión de transformar nuestra vida en un camino nuevo junto a Él. Como los santos Timoteo y Tito que siguieron a san Pablo, como Pedro, Andrés, Juan y Santiago que fueron discípulos de Jesús… Sigamos en este 2023 tomando la decisión de decirle SÍ a Jesús en todo lo que nos pida.»

«Éste es el Hijo de Dios»

«El grado máximo del amor es la donación total, es lo que Dios ha hecho por nosotros, pero esto es difícil de ver y, por ello, Él mismo ha querido darnos personas que nos ayuden a verlo. El primer paso es reconocerme pecador porque Dios no me puede perdonar lo que yo no reconozco, después viene el pedir perdón porque se necesita nuestra acción para que la misericordia pueda actuar en nuestras vidas, sin nuestra acción no se podría. Te reconozco, Señor, como el todo de mi vida, ayúdame a poner en tus manos mi vida con todo y mis pecados para que Tú conviertas mi paja en tu lugar de reposo.»

«Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron»

«El viaje de la vida y el camino de la fe —para los magos, como también para nosotros— necesitan del deseo, del impulso interior. A veces vivimos en una actitud de estacionamiento, vivimos estacionados, sin este impulso del deseo que es el que nos que hace avanzar. Nos hace bien preguntarnos: ¿en qué punto del camino de la fe estamos? ¿No estamos, desde hace demasiado tiempo, bloqueados, aparcados en una religión convencional, exterior, formal, que ya no inflama el corazón y no cambia la vida? ¿Nuestras palabras y nuestros ritos provocan en el corazón de la gente el deseo de encaminarse hacia Dios o son lengua muerta, que habla sólo de sí misma y a sí misma?» (Homilía de S.S. Francisco, 6 de enero de 2022).

«María, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.»

«Contemplando a María que coloca a Jesús en el pesebre, poniéndolo a disposición de todos, recordamos que el mundo cambia y la vida de todos mejora sólo si nos ponemos a disposición de los demás, sin esperar que sean ellos los que comiencen a hacerlo. Si nos convertimos en artesanos de la fraternidad, podremos tejer los hilos de un mundo lacerado por guerras y violencias». (Homilía de S.S. Francisco, 1 de enero de 2022).

«Y aquel que es la Palabra se hizo
hombre y habitó entre nosotros.»

«Celebrar la Navidad es hacer como José: levantarse para realizar lo que Dios quiere, incluso si no está de acuerdo con nuestros planes. San José es sorprendente: nunca habla en el Evangelio: no hay una sola palabra de José en el Evangelio; y el Señor le habla en silencio, le habla precisamente en sueños. Navidad es preferir la voz silenciosa de Dios al estruendo del consumismo. Si sabemos estar en silencio frente al belén, la Navidad será una sorpresa para nosotros, no algo que ya hayamos visto. Estar en silencio ante el belén: esta es la invitación para Navidad. Tómate algo de tiempo, ponte delante del belén y permanece en silencio. Y sentirás, verás la sorpresa.»(Homilía de S.S. Francisco, 19 de diciembre de 2018).

«Emmanuel (Dios-con-nosotros)»

«Celebrar la Navidad es hacer como José: levantarse para realizar lo que Dios quiere, incluso si no está de acuerdo con nuestros planes. San José es sorprendente: nunca habla en el Evangelio: no hay una sola palabra de José en el Evangelio; y el Señor le habla en silencio, le habla precisamente en sueños. Navidad es preferir la voz silenciosa de Dios al estruendo del consumismo. Si sabemos estar en silencio frente al belén, la Navidad será una sorpresa para nosotros, no algo que ya hayamos visto. Estar en silencio ante el belén: esta es la invitación para Navidad. Tómate algo de tiempo, ponte delante del belén y permanece en silencio. Y sentirás, verás la sorpresa.»(Homilía de S.S. Francisco, 19 de diciembre de 2018).

«Dichoso aquel que no se sienta defraudado por mí»

«Permanecer como niños, nos ayuda a vivir en el momento presente y estar atento a los regalos que Dios nos da. No hay cosa más triste que ser indiferente y acostumbrarnos al amor que nos tiene. No hay tragedia más grande que caer en la rutina y mediocridad, cáncer para nuestra alma, que nos frenan a gozar y progresar en nuestra vocación y nos impiden poder ser luces para los demás. Renovemos nuestro amor y gratitud a Dios por nuestra existencia, recordando que nuestra plenitud no se encuentra en el mundo sino solo en Él.»

«Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos»

«¿Qué encontrarás, Jesús, al nacer? Seguro te va a encantar ver luces por todas partes, árboles decorados, cantos y regalos… Pero te gustará mucho más aún encontrar un obsequio especialmente para Ti en esta Navidad: un corazón preparado para recibirte… Aun siendo verdadero hombre, eres mi Dios. Yo creo en Ti, Señor, y por eso mi amor a Ti también se expresa en el deseo de cumplir tu voluntad. Te quiero recibir con el regalo de una vida nueva, apartada de todo pecado y orientada al bien. Quiero preparar el camino para que entres en mi corazón, enderezar el sendero para acercarme a Ti.»

«Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí»

«Cuánto Cristo espera que hablemos con Él y le digamos: Señor nadie te ama como yo. Que toda esta experiencia, en intimidad con el Rey de nuestras vidas nos mueva hoy a poder entender la experiencia del amor de Cristo, y de esta experiencia personal lo podamos dar a otros. Dejémonos penetrar por el verdadero amor de Jesucristo que cambia nuestra vida y toca con su Amor a todos los que nos rodean.»

«Conseguirán la vida»

«El cristiano que está con Cristo nunca debe tener miedo pues, ante todas estas dificultades, siempre debe tener una cosa muy presente, que Cristo jamás le dejará solo, que Cristo siempre estará a su lado, que Cristo realmente tiene su confianza puesta en él

«Dios de vivos»

«La vida es un don que nos permite  ser peregrinos por este mundo. La meta nos espera, y cuando  lleguemos, no tendremos necesidad  de seguir caminando, no tendremos  necesidad de seguir buscando, ya no  habrá que formar nuevas familias.»

 

 

 

 

 

 

«Hoy ha llegado la salvación a esta casa»

«El Señor, en primer lugar, se acuerda de nosotros. Él no nos olvida, no nos pierde de vista a pesar de los obstáculos que  pueden alejarnos de Él. Obstáculos que no faltaron en el caso  de Zaqueo: su baja estatura, física y moral, pero también su  vergüenza, por la que intentaba ver a Jesús escondido entre  las ramas del árbol, probablemente con la esperanza de no  ser visto. Y luego las crítica externas: en la ciudad por aquel  encuentro “todos murmuraban” … Límites, pecados,  vergüenza, chismes y prejuicios: ningún obstáculo hace que  Jesús olvide lo esencial, el hombre al que amar y salvar.»
(Homilía de S.S. Francisco, 21 de septiembre de 2019)

«El que se humilla será enaltecido»

«Se necesita humildad para encontrar a Dios, para  dejarnos encontrar por Él.[…] El Señor pide una mente abierta y un corazón sencillo. Y cuando una  persona tiene una mente abierta, un corazón sencillo,  tiene la capacidad de sorprenderse, de asombrarse.  El Señor siempre nos sorprende, ésta es la belleza del encuentro con Jesús. Que la Virgen, modelo de humildad y disponibilidad, nos muestre el camino para acoger a Jesús” (Homilía de S.S. Francisco, 30 de enero de 2022).»

«Hará justicia sin tardar»

«Uno de los medios para crecer en santidad es la oración que nos ayuda a tener una relación con Cristo, y , por esto, es algo que se recomienda hacer por lo menos una vez al día, ya que Dios quiere estar presente en nuestras vidas, y la oración es el mejor canal para tenerlo presente en nuestro día a día.»

«Tu fe te ha salvado»

«Dios nos pide que actuemos de  acuerdo a lo que creemos, que  tengamos nuestro credo en lo más alto, para que así nuestra vida  pueda ser un árbol frondoso donde  las aves del cielo puedan venir a  refugiarse, un lugar que refleja lo  que Dios es, un Padre que nos ama y nos acoge, ¡siempre!»

«Auméntanos la fe»

«Existe una hermosa tradición mística en la Iglesia de Oriente. Se conoce como la oración del Nombre de Jesús. Consiste en repetir de modo frecuente a lo largo de la jornada las palabras: ‘Jesús, hijo de David, ten compasión  de mí.’ Grandes hombres de oración han dedicado una vida entera a contemplar estas sencillas palabras. Y es que en ellas se encuentran las dos actitudes que un corazón saludable tiene al acercarse a Jesús, es decir, la  confianza y la gratitud. La comunidad comparte espontáneamente su reflexión»

«Ni aunque resucite un muerto.»

«No necesariamente tienen que ser “lázaros” con necesidades materiales, también hay “lázaros” con necesidades espirituales, “lázaros” que necesitan de una palabra de apoyo, un consejo, la compañía de un amigo. Dios nos ha puesto estas personas
alrededor para que las podamos ayudar. Nosotros somos los instrumentos de Dios que saciarán las necesidades de estas personas.»

«El que es fiel en lo poco, es fiel en lo
mucho.»

«Si somos capaces de transformar las riquezas en instrumentos de fraternidad y solidaridad, nos acogerá en el Paraíso no solamente Dios, sino también aquellos con los que hemos compartido, administrándolo bien lo que el Señor ha puesto en nuestras manos» (Homilía de S.S. Francisco, 22 de septiembre de 2019).

«Éste hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado»

«Dios es Padre, que no solo acoge de nuevo, sino que se alegra y hace fiesta por su hijo, que ha vuelto a casa después de haber derrochado todos sus bienes. Nosotros somos ese hijo, y conmueve pensar en cuánto nos ama y espera siempre el Padre.» (Homilía de S.S. Francisco, 27 de marzo de 2022).

«El que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo»

«Amar significa esto: servir y dar la vida. Servir significa no anteponer los propios intereses, desintoxicarse de los venenos de la avidez y la competición, combatir el cáncer de la indiferencia y la carcoma de la autorreferencialidad, compartir los carismas y los dones que Dios nos ha dado.» (Homilía de S.S. Francisco, Ángelus,15de mayo de 2022).

«El que se humilla, será engrandecido»

«Dios nos pide que hagamos el bien a los demás, sobre todo a los más allegados y necesitados, como María que, siendo madre de Dios, se hizo esclava y fue a ayudar a su prima Isabel. Es indispensable que imitemos su actitud, que se pone al servicio de los demás, toma el último lugar y sabe atender al necesitado. Es por eso por lo que María es la que nos ayudará a esforzarnos por tener un corazón humilde y sencillo como el de ella.» 

«Los últimos, serán los primero»

«Se necesita el esfuerzo de cada día, de todo el día, para amar a Dios y al prójimo. El Señor nos reconocerá sólo por una vida humilde, una vida buena, una vida de fe que se traduce en obras. Estamos llamados a establecer una verdadera comunión con Jesús, orando, yendo a la iglesia, acercándonos a los Sacramentos y nutriéndonos con su Palabra. Esto nos mantiene en la fe, alimenta nuestra esperanza, reaviva la caridad.»  (Cf Homilía de S.S. Francisco, 25 de agosto de 2019).

«He venido a traer fuego a la tierra»

«En este sentido el fuego de Cristo es su deseo de que los hombres se den cuenta de cómo es el amor de Dios. La tarea de anunciar a Cristo se resume fácilmente en esto: hacer que la gente conozca a Dios que desde un principio los amó hasta el extremo.»

«Dónde está tu tesoro, ahí está tu corazón»

«Cuando Jesús dice: ‘Dichosos los siervos que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguró que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, los servirá’. ¡Vemos de cerca tantas veces lo grande e infinito que es el amor de Dios por nosotros! Si somos fieles y vigilantes, Él también nos concede, entonces, ver los frutos de nuestro trabajo». (Homilía de S.S. Francisco, 18 de noviembre de 2019).

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