Por medio de diversos subsidios se crea conciencia, tanto en los varones como en las mujeres, de su valor, su dignidad y la importancia de su involucramiento en la formación de sus hijos para erradicar los modelos socioculturales de conducta que permiten o toleran la violencia contra las mujeres; al mismo tiempo se promueve que, especialmente en el interior de la familia, se cultive el valor de la complementariedad y la corresponsabilidad.