¨Amarás al Señor, tu Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo¨.

¨Amar a Dios con todo lo que somos. Donarse a los demás, conscientes del don que somos.  El mandamiento del amor: un camino que seguir, no un peso que cargar¨.

¨Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios¨.

¨Los cristianos sabemos dar al César lo que es del César.
Somos honestos, también pagamos nuestros impuestos y
seguimos las reglas. Pero también sabemos que somos
ciudadanos del cielo¨.

¨Muchos son los llamados y pocos los escogidos¨.

¨Está ya tu lugar preparado. El Rey te está esperando. El hijo te está esperando. ¿Por qué tardas tanto en abrir la invitación? ¿Qué dirá aquella invitación de parte del Rey, personalizada, muy elegante? ¿Por qué te haces sordo o ciego a la invitación que te llega? ¨.

¨La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular¨.

¨Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?. Está aquí la gran novedad del cristianismo: un Dios que, incluso desilusionado por nuestros errores y nuestros pecados, no pierde su palabra, no se detiene y sobre todo ¡no se venga!¨.