Amabilidad

 

COMPASIÓN Y CERCANÍA PARA SOSTENER, SOBRE TODO EN SUS URGENCIAS Y ANGUSTIAS, A LOS DEMÁS.

Vivamos la misericordia no sólo de manera personal, sino también de forma comunitaria porque el amor fraterno en Cristo genera una comunidad capaz de sanar, que no abandona a nadie, que incluye y acoge, sobre todo, a los más frágiles. Al ser misericordiosos con el que es más débil, se reconstruye un mundo nuevo. Es importante definir planes concretos de acción, de solidaridad fraterna orientados a hacer el bien al prójimo: cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, no con ideas o buenos deseos, sino procurando, generosamente, ayudar para que nadie se quede solo, que nadie se sienta excluido ni abandonado, rezando esta antigua pero muy sabia oración: “Jesús, haz que mi corazón se parezca al tuyo”.

 

  Amabilidad 2022

Documentos relacionados